Se estrenó en Sevilla. Fue en la sede de RTVA, una proyección íntima, al calor de los amigos y profesionales que admiran a Enrique Meneses. Todo un éxito.
La Asociación de Profesionales de la Información Digital de Andalucía quería estrenar esta película en un acto con sus miembros y compañeros del ámbito de la comunicación. Todo fue planteárselo a Enrique Meneses, y aceptar la propuesta, aprovechando su viaje al Málaga, para presentar la cinta en el Festival de Cine Español.
Treinta personas se congregaron para arropar a Meneses en el documental de su vida, o lo que es igual, una película sobre su trabajo. La pasión de un periodista, el cariño y admiración de sus compañeros o la cruda realidad familiar, fueron algunos de los ingredientes bien sazonados por Georgina Cisquella para lograr un trabajo que encantó a todo el aforo.
Y es que la vida de Enrique ha estado plagada de momentos históricos, de golpes de suerte, de malos momentos afrontados desde el optimismo y la plena consciencia de sentirse vivo.
Desde el propio título del filme -que no agrada al protagonista-, hasta la visión de la guerra en Libia, todo fue un debate natural entre la experiencia de Meneses, el respeto de los compañeros y la curiosidad de los periodistas más jóvenes, deseosos de conocer la opinión de unos de los maestros de la generación de periodistas «de oficio».
En todo momento dio los nombres exactos y adjetivos adecuados a todo aquello que contó, incluso al referirse a su propia enfermedad que -lejos de limitarle-, parece ser el acicate de Enrique para levantarse cada mañana, ver las noticias internacionales y después sentarse frente al portátil para mostrarnos la dimensión de aquellas realidades que no conocemos por edad o por ignorancia propia.
Como buen narrador, tanto en sus palabras previas como en el coloquio posterior, Meneses volvió a emitir en esa sintonía que a todos cautiva y nos recordó los ‘por qués’ de una profesión de la que «uno nunca se jubila».
Y es que, posiblemente, el periodismo para Enrique Meneses es «Oxígeno para Vivir».
(Foto: Paco Olivares)