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Lógicamente estamos personalizando a la hora de referirnos al robot, ya que se acerca a cualidades humanas, aunque lógicamente, en su funcionamiento, no ha sido autónoma la autopercepción. Al ejecutar su software de reconocimiento y no constatarse como objeto conocido, el ingeniero usa un ‘comando de voz’ para decirle que lo fije en memoria -como red neuronal- y le ofrece la explicación de que ese objeto es él.

TheCorpora, la compañía que está detrás del desarrollo de este robot está trabajando duro para lograr que este ‘droide’ pueda «presentarse y autoreconocerse a sí mismo de forma autónoma cuando se encuentre delante de un espejo».

En el blog explican el funcionamiento, y nos hablan sobre las herramientas de software libre empleadas… Todo un logro llevado a cabo las fuentes abiertas:

Qbo tiene algunas respuestas y ciertos comportamientos almacenados en una base de datos de conocimientos que vamos añadiendo a medida que el proyecto avanza para responder o dar ódenes del tipo “¿Que es esto?” o “Haz esto”. Qbo interpreta el objeto “Yo” como si fuera un objeto cualquiera, al cual responde según encuentre la pregunta-respuesta adecuada en su base de datos, aún muy limitada, de conocimiento. Qbo selecciona, en la imágen que ve, su reflejo en el espejo usando sus cámaras estereoscópicas y uno de nuestros ingenieros interactúa ( habla ) con él para que pueda a aprender a reconocerse como un objeto más. Para interactuar, Qbo usa el software open-source Julius, como sistema de reconocimiento de voz (en el vídeo se le da la orden de que se gire y él interpreta la frase enviando órdenes a la base para que gire 90 grados), y el Festival como síntesis de voz.

En el blog de la compañía sugieren una interesante cuestión a la que dejan una respuesta abierta: ¿Qué pasaría si Qbo viese a otro Qbo delante de él?. La respuesta muy pronto!».

Ya estamos en ascuas por conocer la solución 😉