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Hoy no ha sido un buen día. He tenido que decir a una gran amiga -de estas pocas personas con quien te entiendes y sabes el idioma que habla- que no podría estar en uno de los momentos importantes de su vida.

Estoy mal y por ello entré en su blog, ví -como siempre- belleza, y pude observar dos vídeos sobre libros que me han gustado cada uno a su modo.

Prefiero no decir demasiado sobre ellos, pero es el idioma que Celeste y yo compartimos, es el tacto, el sentido, es la entidad y no sólo el dispositivo… Es ser persona.

En fin, hoy pudo ser un gran día, aunque más bien parece el peor. Espero poder suturar la brecha que sé que se ha abierto. Ojalá y sea posible en algún momento lamer una cicatriz y no la herida abierta por no haber sido quien debí ser.