Hace algo más de dos años hablé de él en el extinto Soitu… Pero sigo viendo necesario repetirme. Ahora que casi todos tenemos Internet ¿Por qué no desarrollamos la sensibilidad y la capacidad para percibir la belleza? Habrá miles de teorías, pero sin duda alguien lucha contra ese vacío a la manera artística, es mi admirado Manuel Domínguez Guerra.
Como estoy en su lista de correo, recibí su última actualización, o como el escribe… Una Canción.
Pues pinché en ese enlace, vi esa «canción», sentí esa música, la imagen se apoderó de todo el escenario… Como siempre la propuesta era maravillosa, pero sobre todo, acertada.
¿Donde queda la poesía? ¿Y la pintura? ¿Sientes la música?… Por el momento todo ello queda amarrado a las inquietas manos de Manuel. Sigo mirando alrededor y observo mucha pobreza de espíritu y carencia de lenguaje artístico.
No quiero ser extenso, porque no voy a aportar nada mejor de lo que él ya ha hecho, pero me repito y seguiré repitiéndome constantemente… ¿Donde están los artistas? Solo se me viene su nombre a la cabeza.
Como siempre mis respetos, mi admiración y mi desazón interior por no saber elegir entre su escultura, pintura, grabado, interpretaciones… Me sigo quedando con todo.
Gracias Manuel.
PD: Tengo un grupo de chicas que son admiradoras tuyas que no hacen más que decirme que para cuando una actuación de Melissa y que quieren conocerte (Como yo).
La verdad, Juan, es que me resulta muy difícil elegir las palabras adecuadas para contestar comentarios tan elogiosos. Me llenan de alegría, por supuesto, pero al mismo tiempo me suenan excesivos. La mejor explicación que encuentro a tu manera de apreciar lo que hago es que sabes ver, más allá de los resultados que obtengo, el empeño y la pasión que pongo en todo lo que toco. Muy pocos conocen hasta qué punto me entrego a la obra que en cada momento tengo entre manos. Y mejor que no lo sepan… porque podría parecerles medio loco. Yo creo, estoy seguro, que ése es uno de los aspectos que primero, aún de manera inconsciente, captamos cuando nos ponemos delante de una obra. Y, una vez que percibimos esa apasionada intención del autor, podemos llegar a perdonar carencias y defectos que incluso pueden terminar pareciéndonos hermosamente humanos.
Pero todo en esta vida tiene su recompensa y, por muy descorazonador que resulte, el panorama artístico e incluso el espiritual, con que queden personas como tú, capaces no sólo de reconocer una emoción, sino de alentar a quien ha tenido la suerte de ser capaz de expresarla… «podrá no haber poetas,’ como dijo Bécquer,’pero habrá poesía».
Lo de conocernos es más que posible. Es cuestión de buscar la ocasión. Yo, por mi parte, os invito a que vengáis cuando queráis a mi casa, donde os podéis llegar a cansar de ver mis cuadros, esculturas, cerámicas…etc. y de reírnos, que dicen que es muy bueno.
A tus amigas decirles que ando en conversaciones con una directora de cine para ver si es posible hacer algo con el fenómeno Melissa Hindell… aunque sería la quinta o sexta propuesta que me hacen en este sentido y hasta el momento no se ha llegado a concretar nada. Pero hay que tener paciencia.
Mientras tanto disfrutemos del viaje… no vaya a ser que Itaca nos decepcione.
Un fuerte abrazo.
Y todo mi agradecimiento.
Manuel Domínguez Guerra.