Seleccionar página

No es un secreto que la transformación digital iba a paso lento, parsimonioso podríamos decir, hasta principios de 2020. Las empresas, aun conociendo la necesidad de introducirse en el marco más innovador de trabajo y de negocio, se hacían las remolonas por el postulado clásico de “mientras que las cosas funcionen…”.

Bien es cierto que nadie contaba con el debut de un elemento microscópico, que habría de sembrar la desgracia por todo el mundo pero que, sin duda alguna, tiene parte de la responsabilidad de la aceleración de la transformación digital en muchos entornos.

Es decir, la pandemia ha impulsado este proceso de innovación dentro de diferentes sectores y mercados, desde la alimentación o el deporte, hasta el ocio la cultura o la educación, donde existían diversidad de herramientas, pero nunca se había llevado a entornos masivos de uso.

Sin duda, para áreas nativas digitales, como el comercio electrónico, esto ha sido un auténtico espaldarazo, porque era un sector que ya venía cualificado. Ahora bien, el fenómeno ha sido como gran cantidad de comercio tradicional se ha puesto en marcha para vender a través de internet, observando que era la única forma de conseguir clientes en una España “cerrada”.

El teletrabajo, que comenzó siendo una herramienta de lucha contra la Covid-19, con la misión de evitar el contacto entre personas en un mismo espacio laboral, ha mutado hacia la esencia real del término, trabajar a distancia. No importa el lugar, en muchos casos ni el horario, solo la productividad, por lo que la eficiencia también ha crecido de forma notable en líneas generales.

¿Cómo implementar bien la transformación digital?

Esa es una gran duda para muchos empresarios, que nunca han afrontado proyectos de este tipo y envergadura, si bien, todo parte desde la realización de una correcta estrategia digital, para la que se debe contar con profesionales experimentados y compañías especializadas, cuando no se tiene el conocimiento necesario o se quiere acelerar el proceso.

Todo ello va más allá de proporcionar una conexión a internet y un portátil. Requiere de introducción de herramientas colaborativas y de productividad, de recursos para realizar marketing digital en general y sobre todo, de hacerlo todo coherente desde la mirada corporativa. En esencia, respetar la Misión, Visión y Valores de la compañía, porque ese “core” no debe variar, pero sí se puede introducir el concepto de la innovación para seguir cumpliendo dichos preceptos.

La digitalización para afrontar nuevos mercados

Estamos en una coyuntura donde obtener clientes puede haberse complicado por dos motivos: La crisis económica provocada por la Covid-19 y la dificultad para llegar al cliente, sobre todo para negocios muy físicos.

Pero hay una respuesta, sobre todo para entornos B2B, pudiendo captar nuevos clientes empresariales más allá de nuestras fronteras gracias a la oportunidad de la internacionalización de negocios.  Gracias a las herramientas digitales, es mucho más sencillo trabajar más allá de nuestras fronteras, con países que incluso pueden tener mayor capacidad económica que el nuestro. Es otro caso donde estar bien asesorado se convierte en catalizador hacia el éxito, junto con el conocimiento de idiomas. Nunca fue más sencillo captar leads de ventas y realizar campañas fuera de nuestro país, con costes más asequibles. Solo debemos tener claro que nuestro producto o servicio es exportable para lograr buenos resultados, teniendo en cuenta que además el intangible, es el servicio más internacionalizable de la historia.

¿Te atreves con la transformación e internacionalización digital de tu negocio?

Si la respuesta no es sí, otros ya lo están haciendo y aprovechan el hueco que dejas.