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En los últimos quince días he leído un par de informaciones con respecto al marketing de contenidos y su éxito, que considero indudable. Ambos artículos han aparecido en la cabecera on line especializada Puro Marketing, y pertenecen por una parte a su Redacción el más reciente, y a Inma Jiménez por otra en su sepelio de la nota de prensa. Aunque lleven razón en muchos planteamientos estos dos textos, creo que los términos ‘basura’ o el discurso para dar por muerta la nota de prensa, es algo que debería evitarse.

Lo digo desde la experiencia de ver como cada día se mata al periodismo pero después se comparten en las redes sociales las portadas de los grandes diarios de este país, ya sean generalistas o deportivos. Es curioso que durante conferencias y eventos nos han matado a los periódicos impresos (que han disminuido sus ventas, sí), y nos han intentado hacer creer que la radio online podría con la radio tradicional, que también es en línea aunque no interactiva de forma nativa.

Pero es que también mataron al blog, que era el eje central de la estrategia digital y el marketing de contenidos… Cuanto menos es curioso, por no decir interesado.

En mi opinión el periodismo de gabinete sigue existiendo, maneja influencias, relaciones personales y una gran cantidad de variables que no hay que despreciar. La nota de prensa no es, ni se acerca al spam, entre otras cosas porque las redacciones y gran cantidad de periodistas disponen de su correo electrónico profesional para la recepción de las mismas, lo que implica aceptación, ya que su filtro o criterio personal será quien discrimine. Pero al periodista le gusta que le llegue todo y no sólo «lo que le interesa».

Por otra parte, aunque es cierto que cada vez se abren menos las notas de prensa y que algunas son excesivamente comerciales, facilitan en gran medida el trabajo de muchos periodistas, que tampoco pueden ir haciendo noticias sobre trending topics, unos absurdos y otros interesados. Esas notas le permiten conocer algunas dimensiones concretas de empresas o eventos, aspectos informativos irrelevantes para el social media en bastantes ocasiones.

Es más, todo no puede girar en torno a palabras como «sexo» o decálogos y prontuarios para hacer algo que al final no se acaba explicando en detalle. Ese sí es un problema. El periodista tiene un papel en esta sociedad, y tiene que hacer crónicas, análisis, divulgación, etc… Todo en aras de la generación de opinión pública y debate.

Y sigo manteniendo que Inma Jiménez -a quien respeto y sigo en sus publicaciones- lleva razón en gran parte de su postulado, pero que el marketing de contenidos es sólo una parte y el periodismo, sea en un gabinete o en un medio, es otra cosa. El problema es que cada día la línea roja adelgaza hecho al que hemos contribuido seguramente casi todos los que escribimos día a día en Internet.

Aunque me asusta pensar que el fin (llamadlo ventas si os apetece) justificará los medios, me tranquiliza saber que muchas personas todavía velan porque no todo valga en comunicación. Por eso demando profesionales, por eso demando criterio y sobre todo, por eso respeto la LIBERTAD.

Sólo pido que no se den por muerto a cadáveres muy vivos. Sobre todo porque mientras algunos buscan su frase en un estrado para que se tuitee o feisbuquee, medios, políticos, empresas, sindicatos, patronales, etc, siguen relacionándose con sus diferentes cuotas de poder para configurar «lo que debemos saber».