
The sea turned black
The rivers turned red
The sun turned cold
The beast turned pale
The stars turned fast
The air turned to poison’
(Michael Cretu)
Y el tiempo se volvió a parar. No sé exactamenente en qué momento sucedió, ya que es probable que mis dedos no dejaran de teclear. Tras esa pausa de duración indescriptible, sigo viendo la quietud del viento para buscar nuevos ácaros que alimenten esta primavera.
Ojos que se abren de par en par cuando todo lo quieto se vuelve gris, y cada lágrima derramada, gota de petróleo del azabache más oscuro representa. Pero los llantos, ¡ay!, esos llantos que tanto se repitieron durante el tiempo lineal, en rojos ríos de una menuda lava viraban.
Al enfriarse el sol y con ese viento de fotografías, respondió su cara, sí, la de la bestia, palideciendo de emoción al conseguir su propósito de pintar al claroscuro el día. Mirar al cielo, y allí arriba, más velocidad y estrellas girando.
Cuando se enviaron estas líneas, el aire ya tomaba color y al respirarlo producía dolor en mis pulmones. En mi tos se oyó reir a la bestia… El aire estaba envenenado.
ME ENCANTO LA PAGINA, ES UN PERFECTO REFUGIO PARA LAS MENTES CANSADAS.
ATTE: FLOR PAULINA GONZALEZ CADENA