
Demasiados años esperando que el musical se transformara en film, para después observar que los mejores cantantes no interpretarán los papeles protagonistas. Tenía que ser un fantasma guaperas y la chica/figurita de Lladró. Así es la vida, prescindimos de los profesionales por la imagen, aunque todo el mundo reconozca que no lo hacen del todo mal.
Así y todo, sigo viendo lamentable que a Sara Brightman (ex-mujer de Webber), Michael Crawford (fantasma) y Steve Barton (Raoul), se les deje fuera de algo que ellos hicieron mito. Webber será el padre, algo que es indiscutible, pero ha dejado s sus hijos desamparados.
Debo decir además, que al hacer la película, y menos mal que lo han disimulado algo, han tomado como modelo la basura-musical ‘Moulin Rouge’. Señores, esto es un musical en dos actos, como Jesucrisht Superstar o Evita, que en su versión cinematográfica salieron mejor paradas. No caigamos en la basura de Hollywood. Claro, tampoco es lo mismo que la película la dirija Joel Schumacher (recuerdo principalmente sus dos cintas de Batman, aunque también ha hecho algo interesante que conste), a que tener como realizador a Norman Jewison o Alan Parker
Andrew de mis entretelas, si eres un genio, ¿por qué quieres destrozar a tus escuderos y valedores?. Voces de ángeles sustituidas por maniquíes de escaparate. Entenderemos que el film, como buen producto empresarial, tenía que verse y venderse, y no lo conseguiría tan fácilmente con la madurita «Angel of Music» Sara Brightman. Como diría el fantasma en la obra original «But why…».