
‘¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas’.
(Mario Benedetti)
Lo femenino y lo divino, mujer y eternidad, belleza y capacidad, realidad y destino?
Soporte técnico de mis sentimientos, creativa en mi emotividad.
Más tiempo en la vida, más recuerdo en la muerte, al pensar tus ojos y oler tus manos.
De frente al dolor, de espaldas a la desidia, como madre eres hija, en tu niñez eres madre.
Y vuelve a su ciclo, indeleble rostro de mujer comienza el día, estás ahí otra vez.