Seleccionar página

Como diría la letra de esa linda canción mexicana, «yo no me caso compadre querido». Cuando tomas la decisión de casarte, te casas con la deuda, y despues con tu pareja. Es así de triste pero la realidad abruma.

Unas 35.000 pesetas de las antiguas dan fé, en un convento de franciscanos, de un enlace para el próximo año. Otras 166.386, o lo que es lo mismo 1.000 euracos del ala, reservan mesa en un salón de celebraciones, a un año vista.

Desde luego es casarse, es enloquecer, es desvariar, es…

Dios mío, ¿por qué nos has abandonado?