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Este fin de semana pasado tuve en mi casa una cata privada de Johnnie Walker Black Label y fue un rato estupendo entre amigos y familiares, que nos sentamos alrededor de una mesa con el objetivo de constatar y definir sensaciones. A veces hay que darle las gracias a un Whisky por lograr juntarnos para algo, jejeje.

Entrando en materia, cabe destacar que la campaña, y estos eventos concretos patrocinados por Diageo, son el futuro del marketing exclusivo, que no excluyente, donde el boca a boca logra gran efecto y se refuerza con el efecto grupo de compartir momentos especiales.

Con respecto al caldo, es impresionante la calidad de este Whisky, y recomendaría esta cata a casi todos los aficionados, porque te ayuda a conocer la cultura de este bebida escocesa, el cuidado en un trabajo meticuloso, los matices que muchas veces por las prisas no podemos entender o disfrutar, etc.

No puedo revelar demasiados detalles del encuentro -del que al final no pude hacer fotos-, por petición expresa del ‘embajador’ de Johnnie Walker, al que respeté en todo momento.

Sólo os digo que repetiría varias veces porque de este Blended 12 Years se aprende cada día algo nuevo.

Y para quien quiera historia, aquí les dejo este maravilloso vídeo del ‘embajador’ Robert Carlyle 😉