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Sabemos desde hace años la importancia que tiene el posicionamiento en buscadores, denominado entre los profesionales como SEO, porque es la fórmula que te permite aparecer en los primeros puestos de los resultados y esas posiciones de cabeza son codiciadas principalmente por empresas.

No es extraño, ya que sin duda la técnica de inbound marketing más limpia y correcta es el posicionamiento en el buscador, ya que no es publicidad y es una respuesta a la inquietud de una persona que la vuelca, por ejemplo, en Google ¿Se puede pedir más?

Ahora bien, para que tu empresa o tu proyecto personal puedan beneficiarse de esta técnica para obtener tráfico, debes tener unos conocimientos previos, ya desees ejecutar tu estrategia SEO de forma individual, personal o con personal de tu misma empresa, o si prefieres escoger una empresa especialista, porque necesitas tener una formación mínima para establecer objetivos y trabajar codo con codo, algo que no pasa nunca de moda en el camino hacia el éxito.

Sin duda, y a mi entender, el SEO es la herramienta de inbound marketing menos intrusiva que existe, es decir, posiblemente la que sin saberlo, más aprecia el cliente. Dejar de lado esta pata de la mesa es provocar que cojee y cuando se sostiene esa cojera durante mucho tiempo, nuestra marca o empresa cae al más profundo abismo donde nadie irá de visita ni encontrará respuestas por palabras clave o contenidos publicados en nuestro dominio.

Seguro que tú tampoco quieres eso. Por este motivo es mejor enterarse de los aspectos importantes del SEO, para planificar, para exigir y para mejorar, pero nuestro tiempo a veces es limitado y el día a día nos devora.

Para ello necesitan la ayuda e iluminación de expertos como Neil Patel, que disponen de amplio conocimiento que transmitir y sobre todo pensando en clave de negocios, es decir necesitamos tráfico para convertir a visitantes en clientes.

Además, tenemos que ser perfectamente conscientes de que el visitante obtenido mediante publicidad directa en buscadores, provoca quizás la más alta tasa de rebote en la web, porque pincha por una atracción mucho menos fundamentada que el contenido de un artículo que te posiciona en un resultado de búsqueda… Y encima has pagado ese click.

Puede parecer un alegato contra el SEM, pero nada más lejos de la realidad, ya que esta publicidad es una herramienta muy importante hoy en día y sólo hay que realizar una búsqueda en Google para comprobar como una gran cantidad de empresas compiten en su ámbito, siendo especialmente feroz esa lucha, por ejemplo en el sector turístico. Es más, debido a esa competencia general una estrategia híbrida de SEO y SEM puede ser ideal, siempre y cuando trabajemos la publicidad en el buscador con altas dosis de criterio y teniendo en cuenta los resultados del posicionamiento orgánico y el flujo de usuarios de nuestra página.

¿Pero qué sería todo esto sin generar backlinks o tráfico desde las redes sociales? Pues buenos intentos que podrían caer en saco roto. Y es que necesitamos enlaces entrantes, valor social, web responsive, etcétera…

Debemos mejorar todos los campos posibles, usar los mejores recursos, disponer del tiempo necesario, tener el empuje suficiente, todo son clave para llevar a buen puerto un proyecto y en la actualidad, el marketing digital es prácticamente imprescindible.

Ahora bien, debemos tener en cuenta siempre que todo debe ir dentro de una estrategia global de nuestra empresa, o si es personal de ese “¿Qué queremos hacer?” que nos ronda la cabeza y que tenemos que aterrizar.  Aquí no vale improvisar, porque los objetivos los definimos nosotros para luego alcanzarlos mediante el uso de herramientas adecuadas que nos lleven a ese éxito, como las dedicadas a mejorar nuestro SEO.